México es un país subestimado por muchos, incluidos los propios mexicanos. No sin razón el término “malinchista” fue creado para catalogar a aquellos mexicanos que no pueden ver el valor de su propia patria y, como dicen por ahí, se fijan únicamente en el patio ajeno. Si hablamos de recursos naturales, México sobresale por el petróleo, la plata, el cobre, el gas y la biodiversidad tanto en flora como en fauna, por nombrar algunos. La riqueza en México es inconmensurable, lo que hace aún más trágica la situación actual.
Casi la mitad de los mexicanos viven en la pobreza. No estamos hablando de no poder comprar el próximo Iphone 5, ni tampoco de tener que tomar camión en lugar de tener carro. Estamos hablando de la imposibilidad de casi la mayoría de las familias mexicanas en poder cubrir sus propios gastos de existencia.
Habrá gente que diga que el país no está mal, ya que los índices de desempleo en México no son tan altos como en otros países, pero esto sólo es cierto bajo el disfraz del famoso subempleo. Muchos mexicanos han optado por el comercio informal ante la escasez de empleos estables y bien remunerados.
¿Por qué si México es tan rico, sus habitantes son tan pobres?
La situación actual del mexicano promedio no es resultado de la falta de oportunidades ni del monopolio (a pesar de ser existente) de las grandes multinacionales, es culpa de la educación que ha recibido. En México no se enseña a innovar, se enseña a seguir. En México no se enseña a crear, se enseña a copiar. En México no se enseña a ser dueño de su propio destino, se enseña a ser parte de lo que Robert Kiyosaki en su libro “Padre rico Padre pobre” definió como “la carrera de ratas”, donde la gente vive en una rutina laboral toda su vida sin poder disfrutar del dinero que generan por estar siempre atado a las deudas que los persiguen.
Es imposible pensar que el cambio se puede conseguir en pocos años, ya que la educación primaria-universidad dura 16 años en promedio. Si empezáramos hoy con un nuevo modelo educativo, los cambios no se verían hasta dentro de la próxima generación. Aún así, es imperativo, al menos en casa, motivar la creatividad empresarial en los niños, jóvenes y adultos para que no estén subyugados a la situación general del país, que no es más que un reflejo de la mentalidad del mexicano: Unos pocos logran redescubrir la riqueza propia de México y explotarla mientras los demás están demasiado absortos entre las telenovelas y el futbol limitándose sólo a seguir sin en realidad saber a dónde van.
Escrito por Victor Ramos para Caras de México. Para leer más artículos analizando la identidad mexicana, haz clic aquí.