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Entrevista con Carmen Hortencia García


La Directora del Colegio Ameyali, Carmen Hortencia García, quien cuenta con 49 años practicando la docencia en México, habla de su experiencia como mexicana y como maestra a través del Proyecto Caras de México.

¿Qué es México para usted?
México es el país de los contrastes porque por un lado tenemos una gran riqueza en biodiversidad porque tenemos montaña, desierto, costas, planicies, ríos caudalosos. Tenemos de todo en nuestro paisaje. Tenemos una diversidad cultural impresionante que nos hace colocarnos entre los países cuya cultura es más reconocida y admirada.

Pero también tenemos a los hombres más ricos del mundo y a la pobreza más insultante.

Para mí México es un mosaico de olores, sabores, sonidos, colores… Todo eso es México. Los amigos de la infancia, mis padres, sus orígenes, el orgullo de ser de donde soy; todos esos recuerdos que tengo, para mí eso es México.

¿Qué es lo que dice cuando habla de la educación en México?
Primero digo que el gobierno impulsa mucho a la educación, de hecho, el presupuesto que se dedica a la educación es uno de los más altos de América Latina. No es falta de recursos económicos, es falta de voluntades, de responsabilidad, de compromiso, de vocación y de pasión por lo que se hace. En cuestiones económicas no podemos señalar al gobierno, pero esos recursos impresionantes que se dedican a la educación, son mal usados debido a la corrupción.

¿Cuál es el reto más grande para la educación en México?
Transformarnos como sociedad, de ser espectadores a ser actores. Ese debe ser nuestro reto. De ser televidentes a ser lectores. De ser sujetos pasivos a participar y asumir nuestras responsabilidades como ciudadanos y no dejarle el quehacer exclusivamente al gobierno, sino que asumir todos y cada uno de nosotros nuestra responsabilidad en esa transformación, en ese cambio que queremos de nuestro país.

¿Cuál cree usted que ha sido el cambio más importante que hemos visto dentro del sistema educativo en el último sexenio?
No ha sido únicamente en el último sexenio. Yo creo que ha habido una actualización constante. No pudiéramos decir que ha sido exclusivo del último sexenio. Yo empecé mi práctica docente en el 63’ y han sido pocos los sexenios es que no ha haya habido una reforma, una transformación, una innovación en planes y programas. Sólo por ahí hubo un bachecito de unos 12 años, pero en los demás ha habido grandes reformas bajo la preocupación de mejorar la calidad de la educación. Nuestros planes de estudio siempre se han estado innovando, el problema es llevarlos a la práctica. El uso de la tecnología también ha transformado la educación. Las redes de escuelas que se han creado y que han llegado a los rincones más apartados de nuestro país, a través de esos programas que tiene implementados la SEP. Algo que se me hace extraordinario es que los libros de texto que llegan a comunidades indígenas están editados en su propio idioma. Todo esto no es del último sexenio. A lo lago de la historia ha habido una preocupación por mejorar la calidad educativa de México, pero la corrupción es la que no nos permite avanzar.

Como mexicanos, ¿qué cree usted que nos hace falta entender o cambiar en el país?

Nuestra mentalidad, nuestra actitud. No es el gobierno el que tiene que cambiar, somos todos y cada uno de nosotros los que debemos de participar en la transformación de nuestro país. Nuestra actitud actual es querer que todo se nos resuelva de forma automática y sin esfuerzo. De hecho, yo escucho que existen muchos programas de apoyo a las personas humildes que en verdad lo necesitan, pero también tienen un daño colateral, porque hay personas que ya no quieren trabajar, no quieren ser productivas, al cabo, mientras menos produzcan, más los ayuda el gobierno. Es un arma de dos filos. Hay muchas personas que acuden a las oficinas de gobierno a ver qué programas existen para inscribirse inmediatamente.

¿Cuál cree que sea el reto más grande para México como país?
Que dejemos de ser un país de televidentes y que nos convirtamos en un país de ciudadanos con compromiso, con deseo de transformar nuestra sociedad pero no nada más criticando, sino actuando. Ir de la mano de nuestros gobernantes, no nada más acusándolos sino ayudándolos y seguirles la pista para que sus actos de corrupción no sean tan fáciles de ejecutar. Nosotros como maestros tenemos la responsabilidad de despertar en nuestros alumnos esa conciencia ciudadana. Tenemos unos libros de civismo hermosos donde a través de actividades que se llevan a cabo, se les está fomentando este compromiso de participar en la transformación de nuestro país. Esperemos que este nuevo gobierno traiga cambios, pero definitivamente son las televisoras las que gobiernan las conciencias de los ciudadanos. La partidocracia y la televidocracia, que son los dos grandes poderes que tenemos en México y no debemos cruzarnos de brazos ante ellos.

¿Qué es lo que la enorgullece de ser mexicana?
Nuestra cultura, nuestras manifestaciones culturales, mi lenguaje. Me enorgullece que todavía existan las lenguas indígenas porque el lenguaje es la manifestación más importante de cualquier cultura y nosotros la debemos de fomentar y enriquecer, que los niños no reduzcan su lenguaje al “chido” o al “güey”, que diario estemos despertando en ellos el orgullo de poseer este lenguaje tan hermoso a través de la lectura. La literatura náhuatl es otro de los motivos por los que nos debemos sentir orgullosos.

Me enorgullece haber nacido en El Tuito, Jalisco, un lugar mágico, un lugar donde los únicos sonidos que yo escuchaba eran los de la naturaleza, no había carros, no había nada. Un pueblito aislado al que solamente se podía acceder caminando o a caballo. Eso marcó mi vida porque podías apreciar los olores, los paisajes y todo lo hermoso de la naturaleza.

Describa un momento en la historia de México que nos haya definido:
Te voy a describir 2 momentos:

A) La Conquista porque nos marcó a los mexicanos hasta la época actual porque fuimos apabullados, fuimos tatuados desde aquella época por la corrupción, ya que fuimos conquistados por la escoria del pueblo español y árabe de aquel tiempo, entonces, en España abrían las prisiones para que se vinieran a conquistar esta tierra. Personas sin escrúpulos, personas con una calidad moral bajísima nos marcó esto. Aunque también hubo gente que bondadosa como los frailes que dieron su vida por los indígenas pero los que tenían el poder tanto eclesiástico como del ejército y del gobierno, eran personas cuyos valores éticos y morales dejaban mucho que desear. Creo que todo esto viene en nuestro ADN y por eso la corrupción en México ha sido el detonante de todos los problemas, como es el narcotráfico, que es difícil de combatir pero no hay que cruzar los brazos.

B) Cuando termina la Segunda Guerra Mundial y México se empieza a transformar de un pueblo eminentemente rural a un pueblo urbano, cuando inicia la industrialización durante el gobierno de Miguel Alemán, que comienza la migración del campo a la ciudad y es el “boom” de los braceros. Ahí cambiaron hasta las manifestaciones culturales. Esto ha marcado el México moderno.   

Su platillo típico mexicano favorito:
Me encantan los tamales de elote, tomados directamente de la olla. Y todos los platillos mexicanos: Un plato de pozole, las tostadas, todo.

Entrevista realizada a Hortencia García para Caras de México. Para leer más entrevistas analizando la identidad mexicana, haz clic aquí.