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A dos años del salvamento de México

Hace poco más de dos años, la opinión internacional celebraba la llegada de una nueva administración que pondría fin a la parálisis legislativa. Algunos entusiastas en el extranjero hablaban ya del “milagro mexicano”, pero hoy parece ser que se acabó la luna de miel...

Es cierto, Enrique Peña Nieto llegó a su mandato con el aval unánime de la opinión pública global. Aunque en el interior las cosas se veían muy distintas, en el exterior los medios se enfocaban en lo que parecía ser una alineación de astros que favorecía al tan enarbolado “Mexican Moment”.

La semana pasada se cumplieron los primeros 24 meses de su gobierno al frente de nuestro país. Han sido dos años muy movidos desde el Pacto por México y la aprobación de las reformas económicas (incluyendo la energética), que lo hizo ver y aparecer en diversas portadas de revistas como el salvador de México.

Recientemente, con la desaparición de los 43 normalistas y el escándalo de la “Casa Blanca” de las Lomas de Chapultepec, su imagen ha decaído tanto que, de acuerdo a una encuesta nacional presentada por Grupo Reforma, la aprobación ciudadana bajó 11 puntos en el último cuatrimestre, situándose en un 39%. Este es el nivel más bajo que ha conseguido un presidente mexicano desde 1995 (el inicio del sexenio de Ernesto Zedillo Ponce de León).

Se ha dicho, documentalmente, que Lenin puso en circulación la frase “Hay que estar atentos hasta del crecimiento de la hierba” para indicar que en política y en otras actividades afines, no se debe perder de vista (con los ojos del conocimiento) todos los fenómenos sociales para poder tomar decisiones correctas. Y, al parecer, Peña Nieto y su gabinete únicamente estuvieron mirando desde las nubes sus logros legislativos.

Pero al estallar el descontento social por los hechos ocurridos en Iguala, Guerrero, se puso en evidencia que no hay gobernabilidad: que los policías-delincuentes son la misma barbarie que los criminales y que los militares disparan en medio de una guerra de todos contra todos, donde la única víctima es la sociedad civil.

Pero la administración de Peña Nieto también ha tenido sus aciertos, aunque haya asumido una actitud triunfal por su participación en:

• La atención de los cuantiosos daños provocados por el Huracán Irwin en Baja California Sur.

• Por la detención del narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán el 22 de febrero en Mazatlán. 

• Por el descubrimiento y desaparición del albergue “La Gran Familia” en Michoacán, donde cientos de personas vivían en condiciones infrahumanas bajo el férreo control de Rosa Verduzco (contra quien no se ejerció acción penal).

A pesar de todo esto, pareciera asomarse un rayito de esperanza: esta administración ha logrado cultivar la semilla de la movilización social. Los ciudadanos han demostrado que no están dispuestos a tolerar más actos de corrupción y/o de abuso de autoridad. Y en estos días, como desde hace mucho tiempo no se veía en nuestro país, la sociedad mexicana está más activa y mejor organizada.

Escrito para Caras de México por Jorge Chávez, Editor Senior en Mijo! Brands de México.

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