A prácticamente 18 meses de haber tomado protesta, el balance de los logros alcanzados por Enrique Peña Nieto ha sido negativo. Aunque su popularidad ha caído de manera constante y estrepitosa por muchas razones, todo se resume en la notoria incapacidad que ha mostrado su gobierno para afrontar los verdaderos problemas que le preocupan a la población (en especial la pobreza y la inseguridad).
Sin embargo, el Presidente de México es visto con buenos ojos en el extranjero: muchos líderes mundiales, incluyendo a Barack Obama, lo consideran como un mandatario que intenta llevar a cabo las reformas que modernizarán al país... pero en México la realidad es otra.
Por ejemplo, la Reforma Educativa provocó que un sector de la población no le creyera y/o se enfureciera, máxime cuando recientemente se ha dado a conocer que 70 profesores ganan más que él mismo.
La Reforma Hacendaria quedó mal con todos porque aunque eliminó el IETU, impuso un aumento al ISR. Además, el impuesto a los alimentos chatarra frenó la economía resumiéndose en un crecimiento bajo y una inflación alta en donde el poder adquisitivo va disminuyendo cada día. Un estudio realizado por el Centro de Análisis Multidisciplinario de la UNAM dio a conocer que los casi 7 millones de mexicanos que ganan un salario mínimo no están en condiciones de adquirir la “Canasta Alimenticia Recomendable”.
La Reforma de Telecomunicaciones nos hace creer que hemos retrocedido en lugar de avanzar, sobre todo cuando está latente la posibilidad de que se censure el uso del Internet.
Con la Reforma Energética, a pesar de que en los medios de comunicación se anuncia continuamente los beneficios que nos traerá, sólo vemos que la gasolina sigue y sigue aumentando cada mes con la consiguiente alza general de los precios.
En cuestiones de inseguridad sólo basta con nombrar al estado de Michoacán o Tamaulipas para darnos cuenta de que sus estrategias para desarticular a las bandas criminales no son suficientes, ni eficientes, ni confiables.
Sin embargo, como “elementos positivos” habría que destacar la detención de Elba Esther Gordillo y la del “Chapo” Guzmán... aunque también quedan como hechos anecdóticos puesto que en nada ha cambiado la situación del país.
No es necesario ser un experto para darse cuenta de que no existen resultados positivos en economía, seguridad o en el combate a la pobreza.
Con todo esto y por primera vez desde el 2002, el porcentaje de personas que desaprueba la gestión del Presidente de México es mucho mayor que la de aquellos que tienen una perspectiva favorable. Lo más grave de todo esto es que los mexicanos estamos absortos en una duda generalizada: ¿Hacia dónde va nuestro país?
El primer paso para avanzar será reconocer honestamente los males que nos aquejan. Mientras no se reconozcan los errores cometidos, será imposible corregir el sendero que pinta para una total debacle.
Escrito para Caras de México por Jorge Chávez, Editor Senior en Mijo! Brands de México.
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