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La recaptura de "El Chapo" y lo que nos espera

Poco después de que la administración federal pretendiera darle un giro a la imagen de Peña Nieto, la segunda fuga de “El Chapo” se convirtió en una crisis de Estado para su gobierno. Temas como la corrupción, el “Estado fallido” y la violencia se afianzaron en las portadas de los medios de comunicación internacionales. Hasta el mismo Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, reconoció la profunda crisis que provocó su escape (solo comparable con la desafortunada desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa en Iguala, Guerrero).

Luego de su escandalosa fuga, Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, alias “El Chapo”, fue recapturado nuevamente el pasado viernes 8 de enero de 2016 después de un supuesto enfrentamiento/operativo llevado a cabo por la Secretaría de Marina Armada de México en Los Mochis, Sinaloa. Días después, diversos medios de comunicación dieron a conocer que su captura fue meramente circunstancial (tras una simple persecución automovilística).

El Presidente de México, Enrique Peña Nieto, escribió en sus redes sociales: “Misión cumplida: lo tenemos. Quiero informar a los mexicanos que Joaquín Guzmán Loera ha sido detenido”.

Así, después de haberse fugado espectacularmente de dos penales de máxima seguridad en México (la primera vez de Puente Grande en Jalisco el 19 de enero de 2001 y la segunda del Altiplano en el Estado de México el 11 de julio de 2015), el hombre más buscado del planeta ya se encuentra nuevamente bajo custodia de las autoridades federales.

Diversos analistas de nivel internacional, mencionaron y afirmaron que su recaptura sería una magnífica oportunidad para que el Presidente de México recobrara la credibilidad perdida con tanto suceso negativo ocurrido durante la primera mitad de su gestión.

Por lo pronto, de lo que sí estamos seguros, es de que su recaptura pone fin a uno de los capítulos más bochornosos tanto de las instituciones de seguridad del país como de la política oficial en materia de vigilancia y combate a la delincuencia organizada.

No resulta sencillo concebir que uno de los líderes delictivos más buscados por los gobiernos tanto de México como de Estados Unidos, haya podido escapar de una de las prisiones más vigiladas del país (si no fue como consecuencia de una pérdida de control gubernamental en el penal de El Altiplano y sus alrededores y/o por los presumibles vínculos entre la delincuencia organizada y las autoridades carcelarias).

Durante casi medio año, Guzmán Loera fue capaz de evadir lo que se suponía era una búsqueda implacable de las fuerzas públicas; sin embargo, su defensa legal tejió una estrategia jurídica que se saldó con un amparo para evitar la extradición del narcotraficante a Estados Unidos (aunque actualmente eso está por redefinirse).

Para verdaderamente poder herir al cártel de Sinaloa, “el gobierno mexicano debería ir sobre sus activos, intervenir sus cuentas bancarias, propiedades inmobiliarias y limpiar toda la corrupción que ha ayudado a levantar esta empresa criminal”, comentó Mike Vigil, ex Jefe de Operaciones Internacionales de la Administración Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés).

Pero, tras la recaptura de “El Chapo” Guzmán, ¿quién podría ser el sucesor como el líder encargado de dirigir todo el imperio creado por el Cártel de Sinaloa? De acuerdo con los especialistas nacionales, el incapturable Ismael “Mayo” Zambada sería quien tome la batuta. Sus más de 40 años en el mundo de las drogas y ni un solo arresto, así como su experiencia y perfil bajo, lo han catalogado como el verdadero líder de esta organización. El tiempo lo dirá.

Escrito para Caras de México por Jorge Chávez, Editor Senior en Mijo! Brands de México.

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