Surgido a principios de los 90 y dirigido por Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, alias “El Chapo”, el Cártel de Sinaloa destaca por su gran variedad de estrategias corporativas que implementan en el tráfico de drogas a través de toda la cadena de comercialización que incluye la producción, importación, distribución, venta, reinversión, etc. Con una fortuna personal que se estima en los mil millones de dólares, “El Chapo” ha sabido construir un imperio aprovechándose de la lógica misma del capital y el mercado.
Aunque se trata de una actividad criminal, para nadie es un secreto que el narcotráfico ocupa un lugar destacado en la vida pública de nuestro país. Paradójicamente, su importancia parece oculta y disimulada, como si fuera un mundo alterno que solo se comunica con nuestra realidad a través de mecanismos específicos como asesinatos, sobornos, operativos policiales, detenciones, etc.
Hace un par de años, Patrick Radden Keefe, analista en inteligencia y seguridad internacional, publicó en The New York Times un exhaustivo ensayo en el que considera al Cártel de Sinaloa como “la empresa criminal más importante de la historia”.
¿Un ejemplo? Mientras que un kilogramo de cocaína se compraba en $2 mil USD en Perú o Colombia, en México se podía vender en más de $10 mil USD y en Estados Unidos el precio oscilaba hasta en los $30 mil USD. Pero si ese mismo kilo de cocaína se fragmentaba en gramos, entonces las ganancias podían llegar hasta los $100 mil USD. Y es que cuando uno compra drogas “no solamente están pagando por ellas, sino que están compensando a todos los involucrados en la cadena de comercialización por el riesgo que toman para ponerlas a disposición del comprador”, afirmó Radden Keefe.
El legendario ingenio de “El Chapo” y sus colaboradores se refleja a la hora de concebir nuevas maneras de distribuir la droga: aviones, trenes, latas de falsos alimentos en conserva, envíos en paquetería, submarinos y un larguísimo et-cé-te-ra.
Pero quizá nada demuestre tanto el éxito del Cártel de Sinaloa como su remarcada habilidad para ampliar y reforzar su presencia en el mundo del narcotráfico internacional. A lo largo del tiempo, diversos analistas han considerado que pocas o ninguna organización criminal rivaliza en influencia como la que dirige Joaquín Guzmán.
Si tenemos en cuenta que la principal fuente de ingresos es el insaciable consumo de los Estados Unidos, el Cártel de Sinaloa ha sabido dividir de tal manera su producción que, aún en la ilegalidad, tiene asegurada la permanencia de sus operaciones. Aunque este cártel se enfoca en traficar cocaína para la Unión Americana, también ha introducido marihuana, heroína y metanfetaminas.
Para el anecdotario:
Hace unos años, cuando la DEA ordenó la construcción de una cerca de alta tecnología en la frontera entre México y Arizona, los traficantes de “El Chapo” simplemente burlaron esta avanzada construcción a través de una catapulta, con la que hacían llegar los paquetes de droga al país vecino... Sí, con una tecnología de más de 2,500 años de antigüedad se contraatacó y derrotó a la mejor cerca que el dinero pudo conseguir en ese momento.
Escrito para Caras de México por Jorge Chávez, Editor Senior en Mijo! Brands de México.
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