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Por qué debemos celebrar la Presidencia de Peña Nieto

México está experimentando una profunda mayoría de edad.

El Partido Revolucionario Institucional (PRI) y su candidato fotogénico ganador de las elecciones presidenciales, son motivo de celebración durante las fiestas de independencia de nuestro mes patrio.

Los alegatos de que las elecciones fueron corrompidas por las tarjetas de recompensa de supermercado, junto con otras irregularidades, se analizaron puntualmente por el Instituto Federal Electoral (IFE). Inclinamos la cabeza con incredulidad ante los medios de comunicación mundiales que reaccionaron con sorpresa debido a que nuestra joven democracia hubiera podido comprarse con tan poco. (Puede ser bueno tener en cuenta que una tarjeta de recompensa pueda ser más útil que el concepto de democracia para aquellos que no pueden alimentar a sus familias).

Mientras que la historia dictaminará si las tarjetas de recompensa quedan totalmente expuestas, el país de los mexicanos podrá celebrar el nacimiento de una voz lenta y constante sobre las bases del activismo a raíz de las elecciones mexicanas.

Esta desafiante voz incluye a las organizaciones establecidas de la izquierda y a un movimiento juvenil muy bien organizado e inteligente (#YoSoy132), además de personas de todos los ámbitos de la vida que nunca antes habían considerado protestar políticamente.

Sin duda fue el tiempo. Siempre hemos visto los problemas endémicos de nuestro país, pero no siempre hemos aceptado el reto de exigir o luchar por el cambio.

México es un país de dicotomías. A pesar del hecho de que nuestros héroes nacionales fueron en su mayoría soldados y rebeldes que desencadenaron a escalas insospechadas su búsqueda de derechos y libertades, nosotros nos hemos convertido en pasivos y, a veces, una sociedad apática (por lo menos donde la justicia social, los narco-políticos y la corrupción son considerados).

Aunque somos uno de los países más ricos del mundo, la pobreza es generalizada. Todavía somos ricos en cultura aunque nuestro desafortunado sistema educativo y los poderosos sindicatos signifiquen que nuestros niños se estén quedando atrás en matemáticas y español, en detrimento de nuestro país.

Somos ricos en recursos naturales, pero están dominados por monopolios privados y estatales que harían sonrojar a los Oligarcas abusivos e icónicos de Rusia.

Somos culturalmente diversos y tolerantes, con un presidente indígena que da fe de este hecho. Sin embargo, los intereses de los medios dominantes trivializan o ignoran la herencia indígena de nuestro país, mientras que nuestro gobierno sigue negando sus derechos humanos. Riviera Nayarit se apropió de la cultura Cora para promover sus resorts durante el Tianguis Turístico de México 2012, ignorando el hecho de que Nayarit y Jalisco tienen un largo camino por recorrer en el reconocimiento de los derechos indígenas y la solución de los conflictos por las tierras.

Tal vez la sonora bofetada a la democracia mexicana dada por la ascendencia a la presidencia de Enrique Peña Nieto (independientemente de si hubo o no el fraude electoral) es exactamente lo que nuestro país necesita para despertarlo de su sueño aletargado por tantos años. Mientras que los políticos tienen una larguísima historia defraudando a nuestra nación, nunca había sido de tal magnitud.

Peña Nieto puede ser lo mejor que le ha pasado a la política mexicana en generaciones. La confirmación del IFE del candidato del PRI el 1° de Julio como presidente electo de Estados Unidos Mexicanos, puede con el tiempo ser reconocido e incluso celebrado, como la gota que derramó el vaso. Su victoria ha vuelto a centrar la atención del país sobre el significado de la democracia, la justicia social, el futuro y la identidad del propio México. Esta ironía seguramente debe sentirse agridulce entre sus detractores y seguidores por igual.

El debate político de hoy está furioso por todo el país. Este diálogo lleno de energía, público y apasionado ha sustituido la subordinación refunfuñando hacia una democracia defectuosa que surgió a partir de la desaparición de 76 años del PRI hace 12 años.

El reto para México ahora, o más bien la oportunidad que tenemos ante nosotros, es participar en el debate público revitalizando y creando un México que nos reconcilie con nuestra historia, rechazando la corrupción y la apatía en sus múltiples formas.

Este mes patrio, yo y millones de mexicanos en todo el mundo celebraremos un futuro esperanzador junto con nuestro pasado imperfecto. Juntos vamos a tomar el re-despertar de un gran país, rico y diverso en todos los aspectos. Incluso puedes tomar un momento para reconocer el papel fundamental de las tarjetas de recompensa que ayudaron a liberar el potencial antes no explotado de una nación.  

Escrito por Daniel Gómez para Caras de México. Para leer más artículos analizando la identidad mexicana, haz clic aquí.